Después de ver el video es imposible no sentir un nudo apretando la garganta. Yo no veo gente llorando por perder su trabajo. Veo personas preocupadas por un país, por un mundo inmerso en un total caos en el cual su trabajo, que es mucho más que un trabajo, aquel por el que llevan estudiando años, desde niños, que les habrá llevado por los rincones de su país y también del extranjero, por el cual habrán luchado en exámenes y audiciones, arrebatándoselo a otros músicos, igual de buenos que ellos, se desvanece en el aire por culpa de una mala gestión económica, verdadera pandemia que nos toca vivir.
Lloran por su país. No son sólo los futbolistas los únicos que sienten que representan a una nación con sus camisetas de colores. Los músicos también se sienten orgullosos de llevar lo bueno de su país por el mundo. Siempre es una suerte poder trabajar en el lugar que te vio nacer. Aunque es cierto los músicos tienden a sentir las fronteras de forma diferente, quizá debido a que todo músico lleva una especie de nómada dentro, porque su sensibilidad les lleva a entender lo artificial de las fronteras o porque hay muchos compañeros de atril que desgraciadamente saben como de la noche a la mañana el país donde naciste te convierte en enemigo y se deshace tras el paso de bombas. Porque el músico ante todo se siente músico, y habla un lenguaje universal que le permite compartir un atril con otra persona de cualquier nacionalidad sabiendo que se van a entender sin necesidad de articular palabra.

Momentos que en Grecia, no se volverán a repetir.
También lloran de incomprensión porque el mundo ha desoído su llamada y de impotencia porque no tienen más armas que su música. Hicieron un llamamiento al mundo y no les supimos responder.

Y el mundo se volverá más triste, más gris porque el país de la cultura que nos regaló las musas, los modos, el aulós, que creó a Orfeo, a Apolo, a Syrinx, a los faunos y mil cosas más, enmudece mientras muere su orquesta. Y nosotros, acostumbrados cada vez más a lo gris, callamos con ellos.
Requiem por Grecia: Lacrimosa...
Aquí el comunicado que mandaron y que no tuvo la repercusión que querían:
Estimados colegas, compañeros artistas, músicos y personal de las emisoras estatales de todo el mundo,
este es un comunicado conjunto de las tres agrupaciones musicales dependientes de la radio televisión griega (ERT) que, como sabrán, actualmente permanece cerrada por decreto del gobierno.
Desde el día 11 de Junio de 2013, la Orquesta Sinfónica Nacional (creada en 1938), la Orquesta de Música Contemporánea (creada en 1954) y el Coro (creado en 1977) de la ERT han cesado su actividad. En la nueva radio televisión que está planteando en este momento el Gobierno no hay cabida para la música. Nuestra existencia está en juego. Pedimos ayuda y solidaridad de todas las maneras posibles. Es de gran importancia hacer comprender al gobierno por qué una televisión pública debe contar con agrupaciones musicales.
Agradeceríamos que escriban (tanto por correo electrónico como por correo postal si fuese posible) al Gobierno griego (a la oficina del Primer Ministro, y a los Ministerios de Finanzas, de Cultura y de Estado, así como a la Secretaría general de información y comunicación) y a sus respectivos gobiernos, como forma de presión para que defiendan la existencia y el funcionamiento de las tres agrupaciones musicales y en general de toda la radio televisión pública.
Que un país europeo decida cerrar su emisora nacional constituye un enorme golpe contra la democracia y la cultura y nos concierne a todos.
Las agrupaciones musicales de las radiotelevisiones europeas tradicionalmente han sido unos de los pilares de nuestra civilización.
La creación artística sin obstáculos y la libertad de expresión son partes esenciales de la existencia humana.
Firman los músicos, los miembros del coro y todos los trabajadores de las agrupaciones musicales de la ERT.
Gracias a Pepe por compartir el video en Facebook e inspirarme esta entrada.
Son horas tristes, horas mudas.
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